Corría el año 1987 cuando los hermanos Louis-Marie y Andre Rocques fundaron en un pueblo cercano a París una empresa dedicada a realizar videojuegos muy adelantados a su tiempo. Así nació Silmarils.
Tres años más tarde lanzaron Starblade un juego de exploración espacial orientado en la galaxia de Orión en el año 3001, la población humana estaba al borde de la extinción por lo que nos teníamos que poner al mando de la nave más avanzada de la galaxia, la Starblade e iniciar una cruzada contra Genolyn. Para financiar nuestra cruzada tenemos que visitar un gran número de planetas, cada uno con sus propias características, negociando con los comerciantes de cada planeta y conseguir así unos valiosos créditos que podremos invertir en combustible.
Su calidad gráfica es sorprendente para la época en la que vio la luz, haciendo uso de la potencia de las gráficas VGA con paletas de 256 colores. En la imagen podemos apreciar el planeta al que hemos llegado, además del panel de control de la nave en la parte superior.
Otro de los alicientes del juego es poder explorar nuestra inmensa nave, pudiendo comprobar el estado de funcionamiento en la sala de motores o el almacén de recursos, no obstante, cuando decidamos visitar a un planeta, la Starblade se mantendrá en órbita mientras nosotros descendemos en una cápsula especial.
A lo largo de nuestro viaje nos iremos enfrentando a distintos tipos de enemigos, que abarcarán desde androides hasta especies alienígenas como las Cephalhydras, que podrán incluso abordar nuestra nave y devorar sus circuitos. Para acabar con ellos iremos armados con un sable láser al más puro estilo Star Wars.
Antes de viajar a cualquier planeta, podremos acceder a la información disponible sobre él. En algunos casos la falta de oxígeno requerirá que llevemos una máscara especial para poder respirar sin problemas.
En ocasiones, durante nuestros viajes espaciales tendremos que hacer uso de las armas de la nave para defendernos de los enemigos alienígenas que intentarán destruirnos.
Los escenarios gozaban de una gran belleza poca vistas en videojuegos hasta entonces.
En los comercios podíamos conseguir desde circuitos para la nave hasta cereales o gases para luego poder venderlos en otro sistema en el que escaseasen.
El sonido del juego se realizaba mediante el altavoz interno del PC, por lo que se limitaba a unos escuetos efectos de sonido, Al personaje lo controlábamos exclusivamente con el teclado, utilizando solamente las flechas, el shift y el espacio podíamos realizar prácticamente cualquier acción.
Se trata de un juego muy recomendable, especialmente teniendo en cuenta la edad que tiene, ya que fue tremendamente innovador, no ha envejecido nada mal y es perfectamente jugable hoy en día a través de DosBox.
Esto es todo por ahora, recordad que podéis preguntar cualquier duda tanto en los comentarios, como en Twitter: @Lepra_Games o en la página de Facebook: Lepra Games.
Un saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario