En el año 1994 el que os escribe estas líneas tenía muchas aficiones, como cualquier otro crío. Me gustaban los cromos, montar en bici, los videojuegos... y también cualquier tema relacionado con lo sobrenatural.
Es por ello que para mí fue una alegría cuando di con el juego que hoy nos ocupa. Un juego que mezclaba mi género favorito con los sucesos aparentemente inexplicables que tanto me gustaban. Hablamos del grandísimo Gabriel Knight: Sins of the Fathers.
Como ya he comentado, el tema del misterio y lo sobrenatural era algo que caló hondo en mí cuando tenía aproximadamente unos 10 años. Gran culpa de esto la tuvieron dos series televisivas que todos conocemos: Expediente X y Twin Peaks, las cuales han continuado sus respectivas temporadas recientemente, muchos años después de que aparentemente hubieran finalizado.
Así que fui muy feliz al descubrir que existía una aventura gráfica relacionada con esta temática, ya que hasta entonces no había visto ninguna de este estilo. Acostumbrado al humor que utilizaban Lucas Arts y Sierra en sus juegos, para mí fue una sorpresa cuando inicié Gabriel Knight por primera vez en mi ordenador. Era un juego que, pese a haber sido desarrollado por la ya nombrada Sierra, se alejaba por completo de sus sagas más habituales, como King's Quest o Larry. Los padres de las aventuras gráficas habían creado algo nuevo y diferente.
Primeras oficinas de Sierra en California |
El estudio fundado por Ken y Roberta Williams había cumplido los 13 años de existencia. Contaba ya con un notable equipo de programadores y creativos, entre los que se encontraba Jane Jensen, de la que espero tener oportunidad de hablar en algún otro artículo.
Esta diseñadora, que también ha escrito varias novelas a lo largo de su carrera, recibió el encargo de diseñar este título después de haber trabajado en algunos juegos de la compañía, entre los que se incluyen Police Quest III y King's Quest VI.
Gracias a la mente creativa de Jensen se pudo crear una de las mejores aventuras gráficas de todos los tiempos, basada en una trama adulta, un buen contexto, unos personajes con un caracter y personalidad perfectamente definidos y unos diálogos inmejorables.
Se publicó a finales de 1993.
Jane Jensen, la mente creativa detrás de Gabriel Knight y sus secuelas |
La trama del juego nos pone en la piel de Gabriel Knight, un escritor venido a menos que trabaja en una pequeña tienda de libros de segunda mano en Nueva Orleans.
Tras enterarse de una serie de asesinatos que se están produciendo en la zona, todos aparentemente relacionados con rituales de vudú, nuestro protagonista se decide a investigar a fondo y así conseguir material para la nueva novela en la que está trabajando.
Al comenzar el juego seremos testigos de como nuestro protagonista intenta ligar con su ayudante, Grace. |
En este último aspecto no quiero profundizar mucho y prefiero que lo descubráis por vosotros mismos, en caso de que no hayáis jugado todavía. El juego tiene una historia digna de ser disfrutada sin ningún tipo de spoiler.
Lo que sí merece una mención especial es el desarrollo de los personajes. Gracias a la gran cantidad de diálogos de la que hace gala el juego nos resultará facílisimo conocer a cada uno de ellos. Esto hace que el juego se convierta en una experiencia mucho más inmersiva y conseguirá engancharnos con facilidad.
En el apartado técnico nos encontramos con lo que solía ser habitual en esta época. Gráficos VGA nada especiales y de baja resolución, pero con escenarios llenos de detalle y con mucha vida. Si bien es cierto que la calidad de los gráficos a día de hoy está muy desfasada, en aquella época esto era de agradecer en parte, ya que gracias a eso podíamos ejecutar estos juegos en cualquier ordenador, al margen de las especificaciones del mismo.
Tanto los personajes como los escenarios son planos, pero como digo, cuentan con mucho detalle y cada uno de los objetos está totálmente definido, por lo que los gráficos al final no resultan sucios ni confusos.
Además las animaciones de los personajes están bastante bien hechas, sobre todo cuando nuestro protagonista muere (porque sí, en este juego se puede morir).
En la versión de disquettes tendremos que leer, mientras que la versión de CD incluye un muy buen doblaje al inglés |
Mientras que en la versión de disquettes solo tenemos la opción de leer los diálogos, la versión de CD-Rom está doblada al inglés, además de forma sublime. Cuenta con la participación de Tim Curry en el papel de Gabriel y el de Mark Hamill en el de su amigo y comisario de policía, Mosely, entre otros actores más o menos conocidos.
La música (MIDI, por supuesto), está bastante bien. Es muy variada y nada repetitiva, además se escuchará prácticamente durante todo el juego. Cada melodía está bien elegida y acierta de pleno en cada escena en la que la escuchamos. Gran parte de la ambientación del juego recae sobre la música, y cumple con creces.
Tiene buenos efectos sonoros, aunque no son nada del otro mundo. Los típicos sonidos de puertas y poco más, pero todo muy correcto.
Uno de los personajes más enigmáticos del juego es el Dr. John |
Cada vez que hablemos con un personaje no jugable se grabarán todas las conversaciones en nuestra grabadora y de esta forma podremos consultarlas en cualquier momento.
En dichas conversaciones tendremos opción de preguntar multitud de cosas. Hay una serie de preguntas que nos sirven únicamente para conocer mejor a cada personaje, lo que nos permitirá saber cada detalle de su vida y sobre todo la personalidad de cada uno.
Por otra parte tendremos otra serie de preguntas que servirán para obtener información importante acerca de nuestra investigación. En definitiva, las conversaciones le aportan un extra de realismo al juego que es muy de agradecer.
El comisario Mosely, amigo de Gabriel, es un personaje clave en la historia, y es interpretado por Mark Hamill en la versión de CD-ROM |
Sin duda ese es uno de los motivos por los que Gabriel Knight: Sins of the Fathers no es un juego sencillo. Se abusa del pixel hunting y eso va a provocar que perdamos mucho tiempo buscando objetos. Además, muchas veces tendremos que combinar estos objetos entre sí, y tendremos que averiguar por nosotros mismos cuál es la combinación correcta y donde usar dichos objetos.
Aunque la dificultad no radica únicamente en esto. Otro de los motivos por los que el juego se vuelve bastante duro es algo que ya hemos comentado: se puede morir durante la partida. Cuando esto suceda tendremos que cargar el último punto guardado ya que no existen checkpoints ni nada similar. Gabriel puede morir en muchas y diversas situaciones.
La historia del juego nos mantendrá enganchados de principio a fin. Está muy elaborada. |
En definitiva, nos encontramos ante una aventura con una historia genial y unos personajes memorables, que aunque a nivel gráfico no haya envejecido muy bien, cumple perfectamente en casi todos los aspectos. Los posibles fallos o aspectos negativos se convierten casi en algo secundario cuando llevamos unas cuantas horas de juego, ya que estaremos totálmente enganchados gracias a un guión sublime.
No es un juego apto para todos los jugadores, al menos no para los que no están acostumbrados a este tipo de aventuras. Si lo que buscas es iniciarte en el género hay otros juegos mucho más accesibles que este. Pero si estás buscando un reto de esos que hacen que te sientas satisfecho cuando consigues completarlo... este es tu juego. Cuenta con un remake que fue publicado en 2014, pero si eres un amante del píxel, como yo, seguramente prefieras probar el original.
Hay que decir que Jane Jensen desarrolló dos secuelas de este juego que también cosecharon gran éxito. Una trilogía de lujo que ya forma parte del olimpo de las aventuras gráficas.
Si queréis probar el juego en formato portable, lo podéis DESCARGAR EN ESTE ENLACE: GABRIEL KNIGHT - SINS OF THE FATHERS PORTABLE.
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