A mediados de los años 90 daba la impresión de que todas las compañías que aún no lo habían hecho qusieran crear un motor 3D para ingresar al nuevo mundo de los videojuegos. Este fue el caso de Game Arts, que hizo su aparición en este nuevo formato lanzando un juego de combates de mechas que, a día de hoy, no está entre los más recordados.
Vamos a intentar revivir lo que fue Gungriffon en este nuevo retro análisis.
Si hay algún lector que no reconozca el nombre de Game Arts, conviene recordar que es el estudio responsable de algunos títulos de renombre, tales como las sagas de RPG Grandia y Lunar. Pero para entonces Game Arts era una compañía longeva y ya había creado grandes obras maestras. En 1985 desarrolló un shooter de naves espaciales para el Apple IIGS, llamado Silpheed, el cual fue publicado por Sierra. Más tarde, en 1993, Game Arts desarrolló un remake de este título para Sega CD, utilizando polígonos sobre fondos pre-renderizados que daban la sensación de estar en un juego tridimensional.
Silpheed fue un gran shooter que contó con un gran remake para Sega CD, y es una de las producciones más emblemáticas de Game Arts |
Gungriffon comenzó como uno de estos proyectos en los estudios de Game Arts. En un principio y durante el desarrollo, dicho proyecto fue nombrado con el ambiguo título de 3D-Polygon, algo que demuestra que este tipo de juegos eran todavía algo muy incipiente en el mercado de las consolas.
El juego fue lanzado a nivel mundial en 1996, siendo un exclusivo para Sega Saturn. Se pensó en lanzarlo bajo el título Iron Reign en Norteamérica y Europa, pero finalmente se mantuvo el título original japonés.
Fue bastante bien recibido por la crítica y mezclaba de forma sublime la acción rápida en primera persona con los combates de mechas.
La historia presenta un mundo futurista (que en realidad es el año 2015, no tan futurista para nosotros) que ha sido devastado por el cambio climático, con lo que a las naciones no les queda más remedio que luchar entre ellas para hacerse con los recursos restantes.
El año 2015 que nos presenta el juego es bastante tétrico, mostrándonos un mundo devastado por la escasez de recursos |
Seremos un piloto de High-Mac, un tipo de mecha agil y potente. El juego se presenta en primera persona y en la pantalla podremos ver un hud con un radar, la munición que tenemos disponible y otra información útil para conocer las características de nuestros enemigos. Contamos con cuatro tipos de armas: un cañón estandar que nos servirá para destruir objetivos fuertemente blindados, una ametralladora para enemigos con un blindaje ligero, misiles de ataque y un bombardeo de misiles que causarán daños masivos en una amplia zona (aunque la cantidad es bastante limitada). Podemos reabastecernos gracias a unos helicópteros de suministros que van llegando periódicamente, a los cuales tendremos que protejer para que el enemigo no los destruya.
El juego cuenta con 8 misiones, a lo largo de las cuales seremos lanzados en mitad de un campo de batalla. Tendremos que eliminar a nuestros enemigos y proteger a nuestros aliados, así como convoyes y edificios. Las misiones tienen buen ritmo y son bastante dinámicas, presentándonos desde batallas frenéticas a gran escala hasta misiones de infiltración que requieren ciertas dosis de sigilo. Hay una buena variedad de vehículos (tanto enemigos como aliados), tales como otros mechas, tanques, helicópteros y artillería.
La curva de dificultad se hace patente a lo largo de las diferentes misiones del juego. Si bien en un principio nos puede parecer bastante difícil controlar a nuestro mecha, una vez que nos hagamos con el control total de este creeremos que los primeros compases del juego no nos ofrecen una dificultad extrema. Sin embargo las últimas misiones pueden resultar bastante duras. Es muy probable que muramos varias veces durante las misiones más complicadas y que requieran varios intentos por nuestra parte.
El control pude resultar bastante engorroso en un principio, pero cuando nos acostumbremos seremos capaces de maniobrar nuestro mecha sin problemas. |
El apartado técnico es, sin duda, uno de los puntos fuertes de este juego. Cuando se lanzó por primera vez contaba con gráficos de primera línea y probablemente sea uno de los mejores 3D que existen en Saturn. Tanto los mechas como los vehículos cuentan con mucho detalle, así como las texturas del suelo y el cielo, que resultan bastante agradables a la vista. Además, los que conozcáis esta plataforma seguramente habréis notado que en algunos juegos existen áreas que no están bien optimizadas y como consecuencia se producen ralentizaciones bastante graves. Sin embargo en este juego no se experimenta tal deficiencia, a pesar de que cuenta con bastante más detalle que otros títulos. Ni siquiera notaremos desaceleraciones cuando veamos explosiones o efectos climáticos, por lo que se podría decir que es un juego bastante bien pulido.
Además los escenarios nos ofrecen variedad, de forma que nos encontraremos en campos abiertos, ciudades o escenarios totalmente nevados, así como misiones nocturnas.
Las misiones son difíciles y variadas, lo que compensa la corta duración real del juego. |
También podremos escuchar transmisiones de radio aliadas y sonidos de advertencia cuando nos atacan, consiguiendo que nos sintamos como si verdaderamente estuvieramos dentro de la cabina de un vehículo militar. Sin embargo apenas podremos escuchar música durante el juego, lo cual al menos desde mi parecer se agradece, porque nos permite disfrutar de la batalla sin distracciones, a la vez que crea un clima de tensión y realismo.
El punto negativo es sin duda la corta duración del juego. Las 8 misiones que tiene se nos pueden hacer cortas, ya que una vez que hayamos aprendido a jugar es posible completar cada una en unos 15-20 minutos como máximo, lo que quiere decir que conseguiremos completarlo en unas 2 horas aproximadamente. Aunque todo depende de la habilidad de cada jugador, como es lógico. Aunque puede que nos apetezca volver a jugarlo, puesto que las misiones son variadas y entretenidas.
En definitiva, un juego que, pese a no ser demasiado recordado, cuenta con una gran calidad y una jugabilidad excepcional para la época en la que se publicó. Se publicó una secuela, también para Saturn, que no salió de Japón, así como otras dos entregas para Playstation 2 y Xbox respectivamente, pero aún así nunca ha llegado a ser una saga de gran calado.
Esperamos que gracias a esta review os animéis a probarlo y lo disfrutéis como es debido.
Gracias por leernos una vez más.
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